Herramientas de comunicación: La campaña de moda
Históricamente, las marcas de moda siempre han necesitado visibilizar sus prendas de una forma concreta, es decir, no solamente pueden mostrarse encima de un/a modelo, sino que estas, deben seducir, lanzar un mensaje que conecte con su público. Hablamos de un producto de consumo que ha de crear necesidades nuevas en cada ocasión, ofreciendo novedades en diseño, colores, estilo etc. En definitiva, es un sector que vende experiencias, un estilo de vida, un sentimiento… No es solamente un zapato de calidad, es mucho más, y para comunicar todo esto se desarrollan las campañas de moda.
El sector del calzado, que es el que se va a poner como ejemplo y en concreto la marca Wonders, presenta una campaña por temporada que sirve para que tanto sus clientes del canal wholesale como los clientes finales, conozcan las nuevas colecciones propias de las estaciones otoño-invierno y primavera-verano. Para el desarrollo de las campañas siempre existe una premisa necesaria: Buscar la diferenciación. Esto, dentro de un mar de posibilidades, es clave para conseguir captar la atención de tu público.
A continuación desgranamos la actual campaña otoño-invierno 2018 de la marca de calzado Wonders.
Esta campaña tenía un objetivo continuista en relación con las anteriores, esto es, el eje central de la campaña se centra en mostrar cómo es la mujer Wonders, una mujer que es auténtica, real, diversa, entusiasta, libre y comprometida con su entorno.
En esta ocasión, contamos con una mujer cuyo talento en la danza es innegable, Kayoko Everhart. Ella es la primera bailarina de la compañía Nacional de Danza y cumple perfectamente con los requisitos citados anteriormente. Por tanto, la decisión de escogerla fue clara desde el principio, su estilo de vida y la flexibilidad de sus movimientos, funcionaban con una sintonía perfecta entre ella y la calidad, flexibilidad y comodidad de los zapatos de la marca, sobre todo los de la línea Wondersfly, la más ligera de la colección.
Este tipo de campañas tienen un claro objetivo de ventas que no se ha de perder de vista, ya que son de gran utilidad para el equipo comercial, por lo que el zapato siempre debe ser protagonista. Sin embargo, esto no significa que la creatividad deba perderse porque debemos seguir conquistando al cliente final, esta es la gran dualidad a la que nos enfrentamos en proyectos de este tipo.
Una vez que queda definido el concepto creativo y el estilo que quiere mostrarse en la campaña y tras la aprobación del cliente, se pasa a la fase de ejecución en la sesión de fotos o shooting de campaña. El día del la sesión, se ha de llevar un timing estructurado por foto y no perder de vista el reloj, contamos conque este tipo de sesiones involucran a un montón de profesionales: Estilistas, maquilladores, vídeo, foto etc. El tiempo es crucial y es muy fácil que se escape cuando una foto no termina de encajar, por ello, es importante ejercer ese control.
Finalizado el trabajo y recibidas las imágenes, el equipo creativo busca la mejora de las fotografías, tras este paso, se presentan al cliente y con su aprobación pasamos a la maquetación y diseño de cada una de las piezas que son necesarias para difundir la campaña, la colección, y por supuesto la marca. Hablamos de puntos de venta físicos, ferias, presentaciones de comunicación, eventos y territorio online: Web, redes sociales, newsletter etc. Todas estas aplicaciones se tienen en cuenta antes de ejecutar la sesión de fotos, el uso que vamos a darle a cada fotografía debe concretarse a priori para que se realice.
No olvidemos que la campaña no se ha terminado hasta que no entramos en la siguiente. Es decir, durante su explotación, la campaña debe ir acompañada de una serie de acciones estratégicas que persigan el cumplimiento de objetivos marcados previamente, no acaba en el shooting ni tampoco el día de la presentación a los medios y clientes. Al final una campaña sirve de vehículo conductor para llegar a la siguiente fase. Importante estudiar los resultados obtenidos para mejorar la siguiente campaña que, sobra decir, siempre tendrá que superar a la anterior.